lunes, 27 de mayo de 2013

PEDRO REDONDO CASTRO - “PERICO el BICICLETAS”

PEDRO REDONDO CASTRO   -   “PERICO el  BICICLETAS”

Por circunstancias de la vida ya que su padre era Guardia Civil, nació en la localidad de Uleila del Campo (Almería) el día 28-02-1926, aunque por las mismas circunstancias y por traslado de su padre, se hizo vecino y amante orgulloso de Pulpi, su pueblo, donde ha residido toda su vida y donde descansa para siempre.
No fue persona ilustre, aunque sí ilustrada, fue persona querida y recordada, que no cabe duda que es inmensamente mejor.
“Perico” que así lo conocía todo el mundo, tenía un taller de bicicletas (de ahí su nombre) aunque también reparaba motos y ruedas de coche;  los que lo conocieron en esa época, sin duda lo recordarán poniendo las ruedas debajo de un artilugio metálico que se hizo, para poder despegar las cubiertas de las llantas de los vehículos y si así no era posible, con un mazo enorme lo conseguía.
Pero también lo recordarán por la música, su guitarra era como su tercer brazo, sin duda su mayor pasión, después de su familia y sus amigos. 
Cuando era joven y enamoradizo, se desplazaba con su bicicleta al Convoy, donde los días festivos, hacía con su guitarra, que las mozas bailasen “parrandas y malagueñas”.  Allí conoció a la que más tarde sería su esposa Francisca, llamada de “la Guarda”, de la que se enamoró y con la que compartió su vida, corta vida ya que falleció con 73 años.
Su vida musical fue muy activa, fue uno de los componentes de la Cuadrilla de Pulpi, antiguamente era muy requerida la actuación de dicha cuadrilla para fiestas diversas o reuniones de amigos.  En diferentes períodos tocó con Tostado, guardia civil del pueblo que tocaba de maravilla su violín, así como con Juan el ferroviario que tocaba la bandurria, también lo hizo con el Jurado que creo tocaba el laúd y otros como el tío Cordobés de La Fuente, que cantaba. Finalmente tocaba su guitarra junto a Andrés Miras y su acordeón en celebraciones populares y fiestas de amigos.
Siempre que se le requería para algo musical estaba dispuesto. Para Semana Santa se cuidaba de “salir a recibir” a las Bandas de música que venían de fuera para el Paso Negro y las acompañaba hasta la sede. Era un acompañante fiel y constante del trono del Paso  Negro y de San Juan, toda su familia ha sido siempre muy fiel al Paso Negro;  Pedro también sentía mucho cariño por el Paso Morao, al que siempre ha respetado.
Su taller de bicicletas estaba en todo momento muy concurrido por los zagales del pueblo, que le pedían que les inflara alguna rueda de sus bicicletas, casi siempre con la frase de:  “Pedro, dame viento en la rueda”,  o que les arreglase algún pinchazo diciéndole que “luego te lo pagará mi padre” .
He estado en muchos funerales, pero no recuerdo ninguno al que hayan asistido tantos niños como al funeral de “Pedro el bicicletas”.

No puedo considerarme una persona imparcial puesto que era mi padre, pero sí que me siento muy orgulloso de ser su hijo, su recuerdo permanecerá en mi familia y creo que en el pueblo,  muchísimas eran las personas que lo querían y lo recuerdan cariñosamente, a todos les agradezco este hecho y les pido perdón en su nombre si alguna vez les ofendió.


Pedro Redondo Castro. Octubre 1965. Con la cuadrilla.

Andrés, Francisca y Pedro bicicletas.


Emisora de radio. D. José, Juan Peregrin, Diego Puche, Pedro bicicletas, D. Francisco Cura.


Pedro el bicicletas. En la puerta del taller.


Pedro el cojo, Javier, Bigotes, Cristo del pan, Vegarada, Pancho, Pedro bicicletas y Juan Jerez.


Tanto la información como las fotos han sido rescatadas con la colaboración de Juan Antonio Redondo Haro (Hijo de Pedro el bicicletas)

Diego José Diaz Silverio.

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